Salsa Macha Casera: Un Toque de Sabor Intenso y Crujiente 
Si eres amante del picante y los sabores profundos, esta Salsa Macha Casera se convertirá en un básico en tu cocina. Con su mezcla de chiles secos, ajo y frutos secos, logra una textura crujiente y un toque de picor inigualable. Perfecta para acompañar tacos, carnes, quesadillas o incluso para darle vida a un simple pan tostado. ¡Prepárala en casa y dale un giro explosivo a tus comidas! 
Ingredientes:
10 chiles secos (chile de árbol, guajillo, pasilla o una combinación al gusto) 
1 taza de aceite vegetal (cártamo, oliva o uno neutro) 
2 dientes de ajo, pelados 
¼ de taza de cacahuates (naturales o tostados) 
¼ de taza de ajonjolí (opcional) 
1 cucharadita de vinagre blanco (opcional, para equilibrar el sabor) 
Sal al gusto 
Semillas de girasol o almendras (opcional, para un toque especial) 
Preparación:
Prepara los chiles: Retira los tallos y, si deseas menos picor, quita las semillas. 
Calienta el aceite a fuego medio-bajo y fríe los ajos hasta que estén dorados, sin quemarlos.
Añade los chiles secos y sofríelos durante 10-20 segundos hasta que liberen su aroma. ¡Cuidado! No deben quemarse o la salsa quedará amarga. 
Incorpora los frutos secos (cacahuates, ajonjolí o almendras) y tuéstalos hasta que estén bien doraditos.
Licúa todo: Vierte los ingredientes en una licuadora junto con el aceite caliente, agrega sal y el vinagre blanco (si lo usas). 
Ajusta la textura: Si te gusta más líquida, añade un poco más de aceite. Si prefieres una textura gruesa y crujiente, pulsa la licuadora solo unas cuantas veces. 
Deja enfriar completamente y guárdala en un frasco de vidrio hermético. Puede durar semanas en el refrigerador. 
Consejo Extra: Úsala en tacos, guacamoles, sopas, carnes o simplemente con pan tostado. ¡Su sabor intenso te conquistará! 
Ingredientes: 10 chiles secos (chile de árbol, guajillo, pasilla o una combinación al gusto) 1 taza de aceite vegetal (cártamo, oliva o uno neutro) 2 dientes de ajo, pelados ¼ de taza de cacahuates (naturales o tostados) ¼ de taza de ajonjolí (opcional) 1 cucharadita de vinagre blanco (opcional, para equilibrar el sabor) Sal al gusto Semillas de girasol o almendras (opcional, para un toque especial) Preparación: Prepara los chiles: Retira los tallos y, si deseas menos picor, quita las semillas. Calienta el aceite a fuego medio-bajo y fríe los ajos hasta que estén dorados, sin quemarlos. Añade los chiles secos y sofríelos durante 10-20 segundos hasta que liberen su aroma. ¡Cuidado! No deben quemarse o la salsa quedará amarga. Incorpora los frutos secos (cacahuates, ajonjolí o almendras) y tuéstalos hasta que estén bien doraditos. Licúa todo: Vierte los ingredientes en una licuadora junto con el aceite caliente, agrega sal y el vinagre blanco (si lo usas). Ajusta la textura: Si te gusta más líquida, añade un poco más de aceite. Si prefieres una textura gruesa y crujiente, pulsa la licuadora solo unas cuantas veces. Deja enfriar completamente y guárdala en un frasco de vidrio hermético. Puede durar semanas en el refrigerador. Consejo Extra: Úsala en tacos, guacamoles, sopas, carnes o simplemente con pan tostado. ¡Su sabor intenso te conquistará!
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