La salsa borracha es un condimento típico de la cocina mexicana que se destaca por su sabor intenso y picante. Su nombre proviene de la incorporación de bebidas alcohólicas, como el tequila, mezcal o cerveza, que le dan un toque distintivo y característico.
Esta salsa se prepara principalmente con chiles, tomates, cebolla, ajo y especias, los cuales se cocinan y luego se mezclan con el alcohol elegido. La combinación de ingredientes frescos con el alcohol crea una salsa con un sabor profundo y complejo, ideal para acompañar carnes asadas, tacos, enchiladas y otros platillos tradicionales mexicanos.
Su versatilidad en la cocina y su sabor único la convierten en un elemento imprescindible para quienes disfrutan de la gastronomía mexicana y buscan realzar el sabor de sus comidas con un toque picante y aromático.
Aquí tienes una receta básica para preparar salsa borracha:
Ingredientes:
- 4 chiles guajillo secos
- 2 chiles pasilla secos
- 2 chiles ancho secos
- 2 tomates
- 1 cebolla blanca grande
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de cerveza (preferiblemente una cerveza oscura)
- 1/4 taza de tequila o mezcal
- Sal al gusto
- Aceite de cocina
Instrucciones:
En primer lugar, remoja los chiles guajillo, pasilla y ancho en agua caliente durante unos 15-20 minutos para que se ablanden. Luego, retira las semillas y las venas de los chiles y córtalos en trozos pequeños.
Mientras tanto, puedes asar los tomates, la cebolla y los dientes de ajo. Para ello, coloca los tomates, la cebolla pelada y los ajos sin piel en una sartén caliente con un poco de aceite y cocínalos hasta que estén ligeramente dorados y suaves.
En una licuadora o procesadora de alimentos, coloca los chiles remojados y escurridos junto con los tomates asados, la cebolla, los ajos, la cerveza, el tequila o mezcal, y una pizca de sal. Procesa todo hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Calienta un poco de aceite en una cacerola grande a fuego medio y vierte la salsa que acabas de hacer. Cocina la salsa durante unos 10-15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que se reduzca un poco y espese.
Prueba la salsa y ajusta la sal si es necesario. Si prefieres una salsa más líquida, puedes agregar un poco más de cerveza o agua.
Una vez lista, retira la salsa borracha del fuego y deja que se enfríe un poco antes de servirla. Puedes almacenarla en un frasco hermético en el refrigerador por varios días.
¡Disfruta tu salsa borracha con tacos, carnes asadas, enchiladas o cualquier platillo mexicano que desees realzar con su sabor picante y delicioso!
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